El Edge Computing y el Fog Computing son conceptos que han revolucionado el procesamiento de datos durante estos últimos años, especialmente por su fuerte vinculación con las grandes masas de dispositivos IoT que ya forman parte de nuestro día a día, en hogares y oficinas tales como electrodomésticos, cámaras de seguridad o aplicaciones conectadas a la nube. Pero ¿Qué ocurre con toda la información que generan estos dispositivos tras el uso que hacemos con cada uno de ellos?
Antes de profundizar acerca de las tecnologías Edge y Fog Computing, debemos partir sobre cómo se procesan los datos sin el uso de esta computación.
Hasta ahora, toda la información generada por nuestros dispositivos se almacena y procesa en grandes centros de datos o CPD. Sin embargo, el mantenimiento de estas tecnologías resulta muy costoso, principalmente por su alto consumo energético, además de generar en muchas ocasiones latencias elevadas en el envío de información hacia los usuarios; al encontrarse a cientos o miles de km de nuestra ubicación. Y Aquí, es dónde entra en juego el Edge computing, viniendo a solucionar este problema.
¿Qué es el Edge computing?
El Edge Computing es una red de malla de microcentros de datos que acerca la nube al usuario, procesando y almacenando datos críticos de manera local, para luego enviar todos esos datos a un centro de datos central o depósito de almacenamiento en la nube.
Para que nos hagamos una idea referida a como el Edge computing puede reducir considerablemente nuestra latencia, subir un archivo de 1Gb al Edge puede llegar a ser un 300% más rápido que subirlo al Cloud.
¿Increíble verdad?
Con esta tecnología, los nodos o dispositivos se convertirían en los responsables de analizar los datos para que no fuese necesario enviarlos a un CPD lejano.
¿Qué otras Ventajas tiene el Edge Computing?
Aplicar tecnología Edge computing no sólo permitirá reducir los costes referidos al consumo energético de los CPD, sino que además dispone de otros grandes atributos como es la seguridad, privacidad y calidad de la información, incrementando la fiabilidad en el procesamiento de datos.
Así mismo, el Edge Computing tiene otros grandes atributos vinculados a las IoT, como es el cumplimiento de requisitos normativos. En determinadas regiones o sectores empresariales como por ejemplo en Europa donde se aplica el RGDP, la tecnología Edge permite gestionar, almacenar y transmitir todos estos datos de forma localizada con una latencia ínfima.
Otra de sus principales características la hacen compatible, con el desarrollo de aplicativos de inteligencia artificial para la optimización de sus procesos. ¿Esto que significa?
Quizás hayas escuchado algunos ejemplos sobre cómo podrán ser las futuras Smart Cities. En esta ocasión, imaginemos que nuestros vehículos que integren IoT, sean capaces de activarse para evitar un accidente antes de que se produzca por ir a una velocidad considerable; pero ¿cómo? Pues gracias al uso de la transmisión de datos e información en tiempo real entre dispositivos.
Sin embargo, hasta ahora sólo habíamos hablado sobre Edge Computing como microcentro de datos y aquí estamos viendo interacción a nivel de dispositivos, ¿Cómo es esto posible? Gracias al Fog Computing.
¿Qué es el Fog Computing?
Existe un concepto surgido a raíz de varias instituciones como Microsoft, Cisco o Intel en las que se define al Fog Computing, como una extensión de la nube para que esté más cerca de las cosas como si se tratase de una niebla. De esta manera, cualquier dispositivo con conectividad de red, capacidad de computación y almacenamiento, se convertiría en un nodo del procesamiento de datos.
Es decir, esta tecnología viene a cubrir las conexiones de red entre los dispositivos Edge y la propia nube. ¿Y en qué beneficia esto al procesamiento de datos? Pues principalmente realizarlo a través de esta “extensión de la nube” o Fog Computing, está ayudando a reducir aún más el consumo de energía y latencia que se genera con los envíos de información lejanos como podemos encontrar en las tecnologías móviles 5G.
Edge Computing y 5G ¿Qué relación los une?
Como ya hemos comentado, el paradigma del procesamiento del tráfico de datos en esta nueva era en la que miles de millones de dispositivos IoT emiten ingentes cantidades de información, hacen necesarios sistemas que permitan generar una latencia de respuesta inmediata, y es aquí donde también entra en juego el 5G.
Entre sus grandes ventajas, el 5G es capaz de lograr una transmisión de información de hasta 1 milisegundo, permitiendo acercar los tiempos de respuesta del servidor al “borde” con lo que hace posible que este flujo, sea instantáneo. Sin embargo, esta nueva red no dispone de dicha autonomía por si sola, sino que necesita sincronizarse con tecnologías Edge Computing para solventar las limitaciones entre la descentralización del procesamiento de los datos con los propios dispositivos.
Por tanto, podemos vislumbrar un abanico infinito de posibilidades a futuro con la combinación del Edge Computing con otras tecnologías aplicativas de IA, Machine Learning o incluso el 5G para el devenir de nuestra seguridad, productividad y eficiencia.
Esperamos que este artículo os haya ilustrado más acerca sobre qué es el Edge Computing y sus grandes ventajas. Si dispones de cualquier consulta o te gustaría saber cómo esta tecnología puede implementarse en tu organización, puedes escribirnos y nuestro equipo te presentará las soluciones mejor adaptadas a tus necesidades.