En un entorno financiero altamente digitalizado, la resiliencia operativa digital, la ciberresiliencia financiera y la ciberseguridad son prioridades estratégicas, ya que aseguran la operatividad continua, la protección de los servicios y la defensa contra ciberataques.
El Reglamento DORA (UE 2022/2554) establece un marco obligatorio para reforzar la resiliencia operativa en el sector financiero europeo. Su objetivo es garantizar que bancos, aseguradoras, entidades de pago y otras organizaciones similares puedan prevenir, resistir, responder y recuperarse de incidentes tecnológicos, asegurando la continuidad de los servicios financieros críticos.
La normativa DORA es aplicable desde el 17 de enero de 2025, por lo que las entidades deben avanzar de forma inmediata en la adecuación de procesos, controles internos y cumplimiento normativo (DORA compliance).
Fundamentos y objetivos del Reglamento DORA
¿Qué es DORA y cuál es su propósito?

El Reglamento forma parte del paquete de Finanzas Digitales de la UE y establece requisitos homogéneos en cinco áreas esenciales para unificar la gestión del riesgo tecnológico, supervisar proveedores TIC críticos y reducir la fragmentación regulatoria en el sector financiero europeo:
- Gestión de riesgos TIC y gobernanza.
- Gestión y notificación de incidentes TIC.
- Pruebas de resiliencia operativa digital, incluyendo TLPT (Threat-Led Penetration Testing).
- Gestión del riesgo de terceros proveedores TIC.
- Intercambio de información sobre amenazas cibernéticas en entornos de confianza.
Fines estratégicos del Reglamento de Resiliencia Operativa Digital
- Fortalecer la resiliencia operativa frente a riesgos TIC.
- Unificar criterios de gestión, pruebas y reporting en la UE.
- Garantizar la continuidad de los servicios financieros y la protección de datos.
- Reducir el riesgo sistémico derivado de dependencias tecnológicas y proveedores externos.
Ámbito de aplicación del marco regulatorio DORA
El Reglamento DORA (UE 2022/2554) es directamente aplicable en todos los Estados miembros y se aplica a las entidades financieras enumeradas en su art. 2(1), entre ellas bancos, aseguradoras, empresas de servicios de inversión, gestoras y depositarias de fondos, instituciones de pago y de dinero electrónico, e infraestructuras de mercado. De dichas entidades, aquellas que estén autorizadas en la UE, deben cumplir DORA aunque operen globalmente.
Los proveedores terceros de servicios TIC críticos pueden quedar sometidos, en virtud del Reglamento, a la supervisión directa de un Lead Overseer (agente supervisor designado por el Comité Mixto de las Autoridades Europeas de Supervisión, y cuyo ejercicio recae en una de ellas: EBA, ESMA o EIOPA). Entre ellos, se incluyen los proveedores de servicios cloud y otras tecnologías esenciales, actores del ecosistema de pagos (procesadores, pasarelas y redes/mensajería, p. ej., SWIFT), así como proveedores críticos de datos, plataformas de trading y conectividad a mercados.
Además, el marco se aplica con proporcionalidad y alcanza tanto relaciones intragrupo como con terceros: las entidades deben inventariar todos los servicios TIC externalizados (incluidos los prestados por proveedores ubicados fuera de la UE), evaluar el riesgo de concentración y asegurar cláusulas contractuales obligatorias (derechos de auditoría, continuidad, localización, la cual no exige residencia de datos en la UE, transferencia de dichos datos y cooperación con autoridades), con reporte periódico a su autoridad competente.
Aunque no existe certificación formal del Reglamento, se prevé la obligación de aportar evidencias para el cumplimiento normativo de DORA, mediante auditorías internas de ciberseguridad, revisiones documentadas, y reporting periódico a las autoridades competentes.
Componentes clave para el cumplimiento normativo de DORA

Gobernanza de datos y gestión de riesgos TIC
DORA establece un marco para la gestión de riesgos TIC, que incluye la identificación de activos críticos y la recuperación tras incidentes graves. Las entidades deben mantener planes de continuidad del negocio (BCP) y recuperación ante desastres (DRP) actualizados, garantizando la resiliencia operativa digital.
Gestión y notificación de incidentes TIC
- Clasificación con taxonomía DORA para categorizar incidentes por tipo e impacto.
- Notificación rápida a las autoridades competentes (RTS/ITS).
- Integración con las herramientas de ciberseguridad necesarias para el cumplimiento normativo de DORA (SIEM/SOAR, MDR) a través de la gestión de incidentes cibernéticos y crisis.
Pruebas de Resiliencia Operativa Digital
Las organizaciones deben realizar pruebas continuas de vulnerabilidades, simulaciones de crisis y restauración de backups, además de TLPT (Threat-Led Penetration Testing) y evaluación de servicios TIC externos cuando sea necesario.
Gestión de riesgos de proveedores TIC
Es esencial realizar due diligence en proveedores, con cláusulas contractuales que incluyan auditoría, continuidad de negocio y cooperación con autoridades. También se debe gestionar el riesgo de concentración y establecer planes de salida.
Intercambio de información sobre amenazas
Fomentar la participación de todas las entidades financieras, incluidas las de pequeño tamaño, en foros de inteligencia cibernética para compartir, en entornos seguros, TTPs (tácticas, técnicas y procedimientos utilizados por los atacantes) e IOCs (indicadores de que un sistema ha sido comprometido) con el fin de mejorar la detección y respuesta ante incidentes, detectar brechas de seguridad, y fortalecer la ciberresiliencia.
Beneficios del Reglamento de Resiliencia Operativa Digital DORA
La normativa establece un marco unificado y exigente para la resiliencia operativa digital del sector financiero europeo, ofreciendo ventajas estratégicas y operativas para las entidades que lo implementan:
- Reducción del riesgo cibernético y operativo: Mayor capacidad para prevenir, detectar y responder a incidentes TIC.
- Aumento de la confianza de clientes, inversores y socios: Las organizaciones que cumplen con este marco generan mayor seguridad y reputación.
- Armonización regulatoria en la UE: Establece criterios homogéneos en gestión de riesgos, pruebas y reporting, evitando la fragmentación normativa.
- Optimización de marcos ya implantados: Permite aprovechar estándares existentes (ISO, NIST, TIBER-EU), reduciendo costes y duplicidades.
- Prioridad normativa para el sector financiero: el Reglamento prevalece sobre NIS2 en ámbitos coincidentes, pero requiere coordinación con regulaciones de protección de datos y normas sectoriales.
- Planificación y preparación anticipada: Facilita identificar brechas, priorizar controles, fortalecer la gestión de terceros y automatizar la detección y respuesta a incidentes con evidencias documentadas para supervisores.
La preparación para cumplir con los requisitos del Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA compliance) es clave para reducir riesgos, evitar sanciones y garantizar la continuidad de los servicios financieros críticos. En un entorno cada vez más digital y expuesto a ciberamenazas, adoptar un enfoque pragmático es esencial: aprovechar controles existentes, priorizar brechas, fortalecer la gestión de proveedores y automatizar la detección y respuesta a incidentes, con evidencias para los supervisores.
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